lunes, 23 de abril de 2012

TOMMY AL BAT...

NO hay duda que el Béisbol es el deporte que tiene más sorpresas ya que no importando cuanta sea la ventaja hay varios juegos en la historia en que el team que ya parece totalmente perdido viene de atrás para terminar ganando.
El sábado el drama se vivió en Boston cuando los Medias Rojas ganaban 9-0 después de cinco entradas y 9-1 después de seis. Lucía que el arroz ya estaba cocido, pero los Yanquis lograron levantarse milagrosamente con siete carreras en la séptima y siete en la octava para terminar ganando 15-9 y provocar el caos en el Parque Fenway cuando deseaban festejar los 100 años  de vida de otra manera.
En la  temporada de 1941, apenas el segundo año de los Rojos del México, el seis de abril de 1941, perdían 10-1 con Torreón al llegar la séptima entrada en el Parque Delta y entonces el equipo escarlata de Ernesto Carmona anotó hasta 15 carreras para tomar la delantera y terminar ganando. Hasta tres veces en el inning fueron al home algunos bateadores y el pitcher que iba ganando lo era el muy buen derecho Manolo Fortes. Desde entonces hubo más razón para llamar al séptimo como el de la suerte. El manager de Torreón que le fallaron todos los  cambios lo fue Melo Almada, ni más ni menos el primer jugador mexicano en  llegar a Ligas Mayores. Este record continúa vigente en la Liga Mexicana, aunque fue empatado por el Águila de Veracruz un año después, en 1942.
Respecto a los juegos de Boston y Nueva York hay que remontarse al 18 de abril de 1950 cuando hubo otro partido en el mismo Parque Fenway que Medias Rojas iba ganando 9-0 en la quinta con gran pitcheo del zurdo estelar Mel Parnell.
Entonces los Yanquis, todavía con Joe DiMaggio, anotaron cuatro veces en la sexta, nueve en la octava para la voltereta y dos en la novena para terminar con un store idéntico al del sábado de 15-9. El rally de nueve en la octava fue comenzado por un hit del novato Billy Martin y terminado por un doblete del mismo segunda base que produjo las últimas dos anotaciones. El Billy Martin que luego fue un famoso manager.
Todavía eran los tiempos formidables de DiMaggio con Yanquis y Ted Williams con Boston y en ese juego hubo tres hits del Yanqui Clipper y dos de Williams con tres bases por bolas recibidas.
No hace mucho en el Foro Sol tuvimos un juego que ganaban los Diablos 10-0 al Unión Laguna y los Vaqueros terminaron ganando 11-10.
Bien dijo aquel sabio que en el Beisbol no hay nada escrito hasta que caiga el último out. Solo en nuestro deporte rey puede suceder algo así.
Hablando de Pelota
Nada bien le ha ido al pitcher mexicano Luis Alonso Mendoza que después de haber tenido un gran entrenamiento con los Reales de Kansas City para ganarse el puesto de quinto abridor, lleva ahora record de 0-2 con un alto 6.92 en carreras limpias. En su última salida el sábado no tuvo decisión pero en tres entradas y un tercio recibió 10 hits con cuatro carreras, Ponchó a cuatro pero dio tres bases por bolas.
Todo parece indicar que a Mendoza está muy trabajado y con el brazo cansado ya que el año pasado lanzó muchas entradas en una  gran temporada con la sucursal de Omaha donde fue el pitcher del año en la Liga de la Costa del Pacífico y el Más Valioso de los play offs y siguió jugando en invierno con los Yaquis de Ciudad Obregón que ganaron el campeonato  y hasta fue a la Serie del Caribe, algo que no había hecho un año antes. Y en los entrenamientos tuvo mucho trabajo para ganarse el puesto de abridor con Reales por lo que indudablemente ha puesto a trabajar demasiado al brazo. Y tarde o temprano, el brazo, por más fuerte que sea,  se queja. Por cierto que Kansas City llegó a 10 derrotas al hilo el domingo al perder con Azulejos de Toronto por 5-2.
Este año van a celebrar el Juego de Estrellas de Ligas Mayores en el bonito parque de Kansas City, pero seguramente los Reales van a continuar en el último lugar.
Marco Estrada, pitcher nacido en Sonora pero que se hizo en Estados Unidos al estudiar en Long Beach en donde fue drafteado, recibió la oportunidad el sábado de abrir al lesionarse uno de los inicialistas  y lanzó cinco entradas formidables en que ponchó a nueve. Estuvo impresionante y el manager de los Cerveceros de Milwaukee dijo que va a seguir en la rotación. Solamente aceptó dos hits sin carrera pero no tuvo decisión, mejorando su promedio en carreras limpias a 2.45.
Originalmente  fue drafteado por los Nacionales de Washington en el sexto round del 2005 entre los colegiales. Para el 2010 ya había sido obtenido por Milwaukee y luce que va a ser algo muy importante. Hace un año tuvo record de 4-8 y 4.08 pero siempre mostrando un brazo muy fuerte con mucha velocidad. Ponchó a 88 en 92 entradas y dos tercios.
“Chispa” Gastelúm impuso record en el Tigres al llegar a 22 juegos seguidos dando de hit, mejorando la marca felina impuesta por aquel zurdo Paul Pettit en la temporada de 1955 cuando nacieron los Tigres y el Parque del Seguro Social. Paul Pettit fue firmado por los Piratas de Pittsburgh de la universidad y fue al primer jugador de la historia que le dieron un bono de 100,000 dólares para jugar con ellos. Sin embargo se lesionó el brazo y luego trató de hacer carrera como bateador, ya que era alto y muy fuerte, zurdo para batear y tirar. Los Piratas lo mandaron de refuerzo al Tigres en 1955 y tuvo un buen año al igual que con los Petroleros de Poza Rica en la Liga Invernal Veracruzana. Con Tigres de 1955 bateó .308 con solo cuatro jonrones y lanzó en algunos juegos, teniendo record de 1-2 pero ya no tiraba duro por la lesión que tuvo. Fue su única temporada en la Liga Mexicana.
Sin embargo Pettit no pudo llegar a las Ligas Mayores.
Los ampayers de Ligas Mayores siguen metiendo la pata y el domingo marcaron  mal una jugada que terminó dándole el triunfo a los Rangers de Texas sobre los Tigres de Detroit. Fue en un toque de bola del Rangers en que la pelota le dio al bateador Alberto González después de tocarla y en el terreno de faul, pero la marcaron como buena y de allí los Rangers lograron la carrera de la victoria.
Un día antes el ampayer de home se equivocó al cantar como tercer strike al bateador Ryan con el que se completó el juego perfecto de Phil Humber.