México, D.F., (diablos.com.mx), 17 de
febrero.- La nueva ‘guerra beisbolera’ creada por la irresponsabilidad
de la Federación de Beisbol Amateur, con total falta de diplomacia, tuvo
un afortunado final gracias a la intervención de directivos de las
Ligas Mayores y Ligas Menores, quienes prometieron en el futuro que sean
las ligas profesionales y no las organizaciones de pelota de
aficionados las que organicen las selecciones para los Mundiales.
Es una lástima que hayan sido autoridades
americanas y no mexicanas las que hayan arreglado el conflicto ya que
el señor Jesús Mena, ahora jefe del deporte por obra y gracia del nuevo
presidente, no movió un dedo sabiendo que existía ese problema al
dársele bastante difusión.
El equipo de México trataron de formarlo
con jugadores nacidos en Estados Unidos que siguen viviendo en ese país,
tienen nacionalidad americana y son descendientes de familias
mexicanas. Como lo dijo la irresponsable Federación: “Vamos a armar un
equipo de ‘pochos’ y no necesito del béisbol profesional mexicano que
tiene jugadores de segunda categoría”.
Naturalmente, palabras como ésas y otras
más molestaron a los directivos de la Liga Mexicana que todavía el
jueves pasado ratificó en una asamblea que habría castigo de un año para
el pelotero que fuera a jugar en esa Selección. Por otro lado, la
Federación Amateur no había podido armar por completo su lista del
Mundial y las Ligas Mayores se dieron cuenta que estaba en la cuerda
floja la participación de México, decidiendo llevar a cabo las pláticas
con la presidencia de la Liga Mexicana que tuvieron el éxito deseado.
Al final, la Federación se dio cuenta de
que el equipo mexicano necesitaba elementos del beisbol nuestro, que
además son ciento por ciento mexicanos.
Es como si al Mundial de Futbol no
quisieran llevar jugadores de la liga que se juega aquí. En ocasiones
los jugadores que tenemos en el beisbol de México son mejores que los
que se van a Estados Unidos, como aquel caso del gran Héctor Espino al
que se le considera el mejor bateador azteca de todos los tiempos.
Por parte de Ligas Mayores no ha sido
ningún acierto jugar los partidos de México en la primera fase en un
estado de Arizona que ha sido tan cruel en la persecución de
indocumentados. La primera fase la jugó México en el Foro Sol y fue un
éxito trepidante con llenos de 25,000 aficionados todos los días.
Dudamos que en el Chase Field de Phoenix, Arizona, mejoren las entradas
que hubo en el majestuoso Foro, aunque lo importante es que terminó a
tiempo una nueva guerra beisbolera.