2/11/2012 12:17:08 AM
México D.F., (diablos.com.mx) 11 de febrero. EL juego ganado por los Rojos del México sobre los Azules del Veracruz el 30 de mayo de 1946, el día que Babe Ruth dio su exhibición de bateo en el Parque Delta, fue trabajado por el muy famoso ampayer cubano Amado Maestri en solamente dos horas con 22 minutos.
A pesar de tantas carreras,15-5, y de cuatro pitchers utilizados por los Azules, el partido se fue muy rápido. Uno se pregunta el por qué los juegos de antes duraban tan poco respecto a los de la actualidad.
Recuerdo que cuando comencé como cronista en 1952 compartí muchas veces el palco de prensa del Parque del Seguro Social al ser inaugurado en 1955 con aquel legendario cronista Fray Kempis, uno dr los pioneros en la cronica beisbolera mexicana, se molestaba que se ponía cuando el juego duraba más de las dos horas. Los años pasaron y desde hace tiempo un juego dura, por regla general, tres horas si se va rápido (¿?) y hasta tres horas y media o cuatro cuando se va todavía más despacio.
La razón principal está en los muchos pitchers de relevo que los managers llaman del bull pen y ese tedioso espacio en que llega desde el fondo para luego tardar un rato antes de hacer ocho lanzamientos. No falta otro tiempo en que el manager le da consejos. Eso se lleva por lo menos media hora o algo más en cada uno de los encuentros, que podrían bajar a dos horas y medio si prohibieran que el relevista que es llamado hiciera sus ocho lanzamientos de práctica.
Amado Maestri fue el número uno de su época como gran ampayer y después que se hizo famoso en Cuba, fue solo lógico que Jorge Pasquel lo trajera a trabajar a la Liga Mexicana. Luego en ese mismo 1946 vendría el episodio de aquel domingo en que en otro juego entre Rojos y Azules, Pasquel entró al terreno de juego para aconsejar a Maestri que cambiara una decisión adversa contra su equipo Veracruz.
Maestri se hizo aun más famoso diciéndole a Pasquel que abandonara el campo y luego el partido se reanudó, ganando por cierto los Azules con el debut del gran pitcher zurdo Max Lanier en trabajo de relevo. A Lanier lo llamaron “el monstruo del pitcheo” en Cuba al llevar a los Azules del Almendares a un campeonato y llevaba record perfecto de 6-0 con Cardenales de San Luis cuando Pasquel lo trajo a la Liga Mexicana.
Más adelante, allá por 1956, Amado Maestri volvió a trabajar en la Liga Mexicana ya que al dia siguiente del incidente con Pasquel, presentó su renuncia y se regresó a La Habana para seguir trabajando en la Liga Nacional Amateur de verano que era muy fuerte y tenía a jugadores muy buenos.
En ese juego del 30 de mayo de 1946, el jardinero Bill Wright de los Rojos dio cinco hits en cinco veces al bat y produjo tres carreras. El catcher Carlos Colá estuvo perfecto como deciamos y además de batear de 3-3, dio un triple, produjo cinco y se robó dos bases.
Vaya si tenía gran velocidad este receptor de color.
Por cierto que los dos catchers, Colás del México y Mickey Owen de los Azules, alternaron como receptores en la exhibición de bateo de Babe Ruth antes del juego.
Se hablaba mucho también de la esposa de Mickey Owen, una rubia esplendorosa, muy bella. Pasquel trató a Mickey Owen como un rey y lo puso en una de las grandes casas que tenía en la capital mexicana Desgraciadamente Owen y Pasquel iban a terminar peleándose y no terminó esa campaña de 1946.
Por los Azules del Veracruz hubo jonrones de Tarzán Estalella y del debutante Lou Klein. Estalella era matancero igual que Martín Dihigo y Brujo Rosell, siendo llamado Tarzán que por aquel tiempo estaba de moda con las películas de Johnny Weismuller.
Estalella era gran bateador de los Rojos del Habana en el invierno y había estado en las Ligas Mayores por ocho temporadas con Senadores, Cafés y Atléticos antes de venir a la Liga Mexicana. Cuando los jugadores que dieron el brinco a México fueron perdonados por el Comisionado Happy Chandler, regresó con los Atléticos para sus últimos 20 juegos en la gran carpa.
Terminó con un buen porcentaje de .282 en Ligas Mayores con 44 jonrones.
Al día siguiente de este partido, el 31 de mayo de 1946, Babe Ruth, su esposa y una pareja de amigos que lo acompañaron a México, regresaron por la vía aérea a Nueva York. Al pie de la escalerilla lo despidió don Bernardo Pasquel, el hermano mayor de la familia Pasquel, y terminó de esta manera un episodio formidable en la historia de nuestro Beisbol ya que tuvimos la oportunidad de ver y hasta de batear, al gran jonronero del que tantas hazañas habíamos leído y escuchado.
FIN DEL RECUERDO
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