México D.F., (diablos.com.mx) 6 de marzo. ALFREDO Ortiz se había colocado a un solo out de lograr el juego sin hit ni carrera contra el gran enemigo Tigres para de esa manera lograr una hazaña formidable en la historia de los Diablos Rojos del México.
Estamos en la séptima y última entrada del juego de 17 de julio de 1966 con los Diablos ganando 7-0 y con Manuel Ponce en la primera base para que el turno fuera de Sergio “Africa” González. Por un momento todos miramos hacia la caseta de tercera base donde estaban los Tigres para ver si el manager Ricardo Garza mandaba un bateador emergente porque si bien la ventaja era muy grande para el México, a nadie, pero a nadie le gusta que el pitcher contrario le lance un juego sin hit ni carrera. Sin embargo no hubo emergente y el joven “Africa” González se paró en el home para enfrentarse a Alfredo Ortiz que necesitaba dominarlo para tener su juego sin hit.
Siendo fanático de los Yanquis desde 1940 hasta la fecha, siempre estaba orgulloso de que después que en 1958 el nudillero Hoyt Wilhelm del Orioles de Baltimore lanzó un juego sin hit nicarrera al equipo de Nueva Urk al final de esa canpaña, ya cuando Yanquis se había coronado, pasaron muchos, pero muchos años antes que nuevamente los dejaran sin hit ni carrera. Recuerdo que cuando supe en aquel día de 1958 que los habían dejado sin hit ni carrera me sentí mal toda esa noche.
Pasaron los años, las décadas y aunque hubo varias veces que Yanquis estuvo a punto de ser dejado sin hit ni carrera, venía el hit que salvaba al equipo de esa humillación, del doble cero. En la inauguración de 1967 en el Yanqui Stadium el zurdo Bill Rohr del Boston llevaba un juego sin hit ni carerra en el noveno inning cuando ya con dos outs el catcher Elston Howard conectó el imparable salvador.
En la novena entrada de ese juego inaugural, Rorh, un novato, dominó a Tom Tresh en elevado al jardín izquierdo, a Joe Pepitone en elevado al jardín derecho cuando Elston Howard conectó línea de hit al mismo jardín derecho. Charlie Smith fue el último out del partido al dominar a Charlie Smith en elevado al jardín derecho y Boston ganó 3-0 pero no hubo juego sin hit ni carrera. Whitey Ford fue el pitcher perdedor y al poco tiempo anunció su retirada.
Durante los malos años, entre 1965 y 1976, el segunda base Horace Clarke, de las Islas Vírgenes, conectó cuatro veces diferentes un hit en la novena cuando Yanquis estaba a punto de recibir el doble cero.
Ya en la década de los ochenta el pitcher Dave Stieb de Toronto estaba a un out de tirar un juego perfecto contra los Yanquis cuando el panameño Roberto Kelly, más adelante gran jugador de los Diablos Rojos y hasta su manager, rompió el encanto con un cuadrangular.
Pero nada dura para siempre y finalmente en la temporada del 2003, el 11 de junio, cuando estaba trabajando en las transmisiones de Espn 2 a través de PCTV nos tocó un juego con el muy buen amigo Alfredo García Bustamente de compañero, en que de repente nos cambiaron al Yanqui Stadium porque varios pitchers del Astros de Houston estaban dejando sin hit ni carrera a los Yanquis. Era ya la octava entrada y Astros logró el juego sin hit ni carrera que, afortunadamente, mi compañero García Bustamante se encargó de los últimos outs ya que yo tenía un nudo en la garganta.
Asi que había pasado un total de 45 años entre los juegos sin hit ni carrera recibidos, algo que debe ser un record aunque no hay marcas al respecto a simple vista.
En la octava entrada el veloz dominicano Octavio Dotel ponchó hasta cuatro bateadores del Yanquis ya que uno se embasó en un tercer strike que fue wild. Y para la novena los Astros pusieron al super veloz Billy Wagner que ponchó a Jorge Posada y a Bubba Tramell antes de dominar a Hideki Matsui en rola a primera que resultó el último out del juego. Fue un sin hit ni carrera entre seis pitchers del Astros ya que el abridor
Ray Oswalt se lastimó pronto en el juego.
Un juego sin hit ni carrera duele aun más que una derrota, y los Tigres estaban a punto de recibirlo del brazo de Alfredo Ortiz.
Continuará.