México D.F., (diablos.com.mx) 12 de marzo. KARIM García estuvo presente en el evento de la Liga Mexicana el pasado jueves y habrá que ver si este año se queda todo el tiempo con los Sultanes de Monterrey o vuelve a su acostumbrado pisa y corre hacia el lejano oriente. Para los Sultanes la presencia de Karim es muy importante ya que van a perder en los primeros 50 juegos a su buen jardinero central Roberson por haber salido positivo en la prueba del dopaje al final de la pasada campaña.
Karim ya va a tener este año 37 años y ha quedado muy atrás aquellos días en que era considerado el mejor prospecto que había en las Ligas Menores cuando el famoso buscador Mike Brito se lo llevó al Dodgers de Los Angeles vía Academia de Pastejé.
El pasado invierno llegó al final con Naranjeros de Hermosillo pero solo bateó .237 en 59 veces al bat con dos jonrones, a pesar de lo cual lo recogió Ciudad Obregón como refuerzo y estuvo en la Serie del Caribe de Santo Domingo, el torneo de las pelotas refrigeradas. Aunque dio sus batazos no se vio en la ofensiva como el Karim devastador de antes, aunque en cuestión de defensiva sigue haciendo un gran trabajo y se mueve con velocidad.
Ya una vez, en el 2007, Karim ayudó al Sultanes a ganar su último campeonato pero después se fue a jugar a Corea del Sur en donde tuvo temporadas de 29 y 26 cuadrangulares. Hace un año estuvo un rato con Monterrey y cuando vino al Foro Sol atravesaba un mal momento por una enfermedad y no se vio bien, yéndose entonces de regreso al oriente.
En su paso por Ligas Mayores dejó un average de .241 con 66 jonrones, por lo que no fue el gran estrella que se pronosticó. En ocasiones un jugador está proyectado para ser estrella al tener las cinco herramientas, pero cuando no alcanza la meta se convierte en un misterio. Como lo dijo una vez aquel célebre Joe Pepitone: “Yo siempre di el máximo pero cada jugador tiene sus límites y no tengo la culpa que ustedes hayan pensado en que era un nuevo Mickey Mantle.”
Hablando de Pelota
TODO parece indicar que este será el gran año de Luis Alonso Mendoza para que se establezca en las Ligas Mayores ya que se ha visto impresionante en sus dos salidas en los entrenamientos de los Reales de Kansas City. En el juego del sábado lanzó cuatro entradas contra los Rockies de Colorado en que solamente aceptó dos hits y no permitió carrera, con tres ponches y cero bases por bolas. El veracruzano estuvo al final de la temporada pasada con los campeones de Ciudad Obregón y luego perdió un juego de 2-1 en la Serie del Caribe. Antes estuvo en las Ligas Mayores con los Rangers de Texas aunque originalmente fue firmado por los Medias Rojas de Boston que le dio un bono bastante alto. Mendoza pasó a las Grandes Ligas a través de los Diablos Rojos del México.
El cubano Céspedes, firmado en 30 millones de dólares por los Atléticos de Oakland, tuvo un gran principio al debutar en Ligas Mayores con un cuadrangular y bateó de 2-2 cn juego contra los Rojos de Cincinnati.
Céspedes se escapó de Cuba para poder hacer carrera en la pelota profesional y aunque todo parecía indicar que lo iban a firmar los Marlins de Miami, fue Oakland el que finalmente lo contrató.
Curiosamente la película “Money Ball” que fue nominada al Oscar este año, los Atléticos con el mismo gerente Billy Bean aparecen como un equipo de una nómina muy baja, pero se deshicieron de otros jugadores importantes para poder gastar en el joven Céspedes que puede ser finalmente el gran bateador cubano que se espera en la gran carpa.
José Bautista, el campeón jonronero de las Ligas Mayores el año pasado, conectó un par de cuadrangulares para Azulejos de Toronto el sábado contra los Nacionales de Washington. De repente se convirtió Bautista en un gran bateador y por ello hay que tener mucha paciencia con los jugadores, ya que varios tardan bastante en madurar.
CJ Wilson, el pitcher zurdo que dejó a los bicampeones Rangers de Texas para firmar contrato de agente libre con Angelinos de Los Angeles, puso tres ceros en el juego de la Liga del Cactus el sábado.
Y Justin Verlander ha continuado su fábrica de ceros ya que el ganador de la triple corona de pitcheo, del trofeo Cy Young y el Más Valioso de la Liga Americana en el 2011, puso cuatro cero en los cuatro innings que lanzó contra los Rojos de Cincinnati.
Hay jugadores importados que se pasan su carrera en la Liga Mexicana cambiando de equipos a pesar de tener muy buenas temporadas año con año. Willis Otáñez aparece ahora como el cuarto bat de los Olmecas de Tabasco después de haber estado hace un año con los Broncos de Reynosa y antes con los Pericos de Puebla, Sultanes de Monterrey, Langosteros de Cancún, Piratas de Campeche, Aguila de Veracruz y Petroleros de Minatitlán.
Jorge Cantú bateó dos hits en cuatro veces al jugar la primera base de los Angelinos de los Angeles ocupando otra vez el lugar de Albert Pujols.
Produjo una carrera y se podría quedar en el equipo como suplente de Pujols o del tercera base. Cantú tuvo un buen invierno con Naranjeros de Hermosillo antes de fracturarse una mano, aunque hace un año bateó muy poco con los Padres de San Diego y lo dieron de baja.
El relevista mexicano Oscar Villarreal lanzó una entrada de cero y un ponche con los Orioles de Baltimore. Seguramente los Sultanes de Monterrey lo van a extrañar en la temporada de la Liga Mexicana.
Alfredo Aceves lanzó tres entradas de ceros con Medias Rojas el sábado y se sigue luciendo.
Marco Antonio Guzmán Junior, un shortstop de solamente 17 años, fue firmado por los Gigantes de San Francisco. Su papá fue jugador y luego manager así como coach, siendo llamado el “Buzo”. Uno de los héroes de los Diablos Rojos en la temporada de 1981 en que ganaron la corona.
Francisco Campos, homónimo del famoso pitcher derecho de Campeche, fue un gran bateador en la Liga Mexicana que tuvo cuatro años bateando sobre los .300 con Charros de Jalisco. Terminó con .331 y no pudo seguir su carrera cuando le amputaron una pierna en un accidente de autobús de los Mayos de Navojoa donde jugaba en el invierno. Fue campeón bateador de la Liga Mexicana, nativo de Guaymas, Sonora, y un tipo muy alto y fuerte que podía estar de catcher o en la primera base. Dio 30 jonrones, 13 de ellos en una temporada, y en 1970 tuvo su promedio más alto con .370.
Una terrible desgracia interrumpió una carrera de Salón de la Fama.