martes, 20 de marzo de 2012

La Máquina del tiempo


México D.F., (diablos.com.mx) 20 de marzo.  Ramón Arano, ya un pitcher estelar en aquel 1968 y quien iba a comenzar lanzando por los Diablos Rojos del México aquel 18 de marzo al comenzar la serie contra los famosos Yanquis de Nueva York, había blanqueado a los Indios de Cleveland un año antes por lo que ya era conquistador de equipos de las Ligas Mayores.

Mientras tanto por los Yanquis de Nueva York el manager Ralph Houk eligió al derecho Jim Bouton para comenzar el juego nocturno en el Parque del Seguro Social.

Bouton fue un  gran estrella del pitchjeo del Yanquis pero su carrera como gran lanzador duró dos años solamente ya que una lesión acabó prácticamente con su carrera. En 1963 tuvo su mejor temporada con 21 ganados y tres perdidos así  como 2.53 en carreras limpias. Luego logró  una gran actuación en el tercer juego de la Serie Mundial de ese año contra los Dodgers, pero perdió en Los Angeles 1-0 ante Don Drysdale.

Bouton, al que lo llamaron “Bulldog” tuvo en 1964 otro gran año con 18 ganados y 13 perdidos, ganando un juego contra Cardenales de San Luis en la Serie Mundial que fue el tercero celebrado en el Yanqui Stadium y que decidió Mickey Mantle con un jonrón histórico ya que fue el número 16 con el que rompió la marca de  cuadrangulares conectados por el fantástico Babe Ruth en clásicos de octubre que era de 15. El batazo fue en el cierre de la novena entrada por lo que fue un jonrón de irse caminando.  Mantle daría otros dos  jonrones en ese clásico del 64 y terminó su carrera con 18, que es el record. Por esos años tenía Bouton la característica que al hacer cada lanzamiento, la gorra se caía al terreno de juego.

Para la temporada de 1965, Jim Bouton bajó a 4-15 y ya no era el mismo lanzador, pero nada se resolvió con una intervención y entre 1966 y 67 tuvo record de 4-8 por lo que cuando abrió por los Yanquis contra Diablos en la primavera de 1968 estaba buscando una campaña de  recuperación.

No lo pudo hacer y solo tuvo 1-1 antes de salir con Yanquis con destino a Pilotos de Seattle y Astros de Houston en 1969, con record de 4-6 con lo mismos Astros en 1970.

De regreso a Ligas Menores trató de buscar un retorno a las Mayores  perfeccionando el lanzamiento de nudillos y en la temporada de 1977 lo trajo el doctor Alvaro Lebrija para sus Alacranes de Durango de la Liga Mexicana. Solo tuvo seis juegos con record de 1-4 y 4.97. Sin   embargo en 1978 lo estaba haciendo bien con el equipo de Savanah en clase doble A (11-9) y los Bravos de Atlanta le dieron oportunidad de volver a Grandes Ligas, en donde solamente tuvo record de 1-3 y 4.97. Fue su despedida.

Cuando vino a jugar con los Alacranes mexicanos ya Bouton era más famoso pero no por sus juegos en el montículo, sino debido a que escribió un libro titulado “Bola Cuatro” en que hablaba de varias intimidades, de esas que los aficionados no saben, y su obra tuvo mucho éxito ya que se vendió muy bien. Relevaba algunas imperfecciones de los jugadores como en el caso de Mickey Mantle y por un tiempo estuvo en la lista negra de los Yanquis hasta que después de muchos años fue invitado a un juego de veteranos. George Steinbrenner siempre fue un jefe que supo perdonar.

Cuando comenzaba su carrera, en 1961, lo vimos también en parques de la Liga Mexicana cuando lanzaba con el equipo Medias Doradas  de Amarillo de la Liga de Texas donde tuvo como compañeros otros jugadores que luego serían sus compañeros con Yanquis como el buen bateador Joe Pepitone y el infielder Phil Linz.

De 1959 a 1961 se formó la Asociación Panamericana con la Liga Mexicana y la de Texas, teniendo tanto juegos interdigas como Juegos de Estrellas y series finales por la corona. Y llegamos a ver en nuestros parques a jugadores que luego fuerorn tan famosos como Frank Howard, Billy Williams, Ron Santo, Gaylord Perry, Phil Niekro, Joe Pepitone, Bouton y Manny Mota entre otros.

Los tejanos nos ganaron las tres series finales, nosotros dominamos en Juegos de Estrellas y en los partidos interligas nos ganaron más de los que perdieron.

Como todo, esta Asociación Panamericana tuvo sus momentos grandes, sus momentos malos y finalmente se acabó debido a los altos costos de operación por las distancias largas y entonces los equipos viajaban kilómetros y kilómetros.
Continuará.