México D.F., (diablos.com.mx) 10 de marzo. CUANDO se anunció que los Yanquis de Nueva York iban a jugar en la ciudad de México contra Diablos Rojos y Tigres en el Parque del Seguro Social antes de la temporada de 1968, hubo júbilo de los grandes entre los aficionados al Béisbol y entre todos los deportistas.
Después de todo, Yanquis de Nueva York es conocido aun por los que no son aficionados al Beisbol.
Si bien los Yanquis no habían ganado un campeonato desde 1964 y hasta ocuparon el último lugar en la temporada de 1966, los Yanquis seguían siendo el equipo más famoso del Béisbol por la gran historia que tiene y que arrancó con letras de oro al llegar Babe Ruth al equipo de Nueva York en 1920.
Por cierto ya Babe Ruth había visitado la ciudad de México en 1946 invitado por don Jorge Pasquel en que dio hasta una exhibición de bateo en el Parque Delta. Era como un sueño que Yanquis jugara en México y finalmente llegó el anuncio de que iban a estar en nuestra ciudad y en nuestro parque.
Los Yanquis conquistaron en 1964 su quinto campeonato consecutivo en la Liga Americana y nadie pensaba que iba a llegar un año después un declive tremendo. Roger Maris, que dio 61 jonrones en la temporada de 1961, comenzó a tener serios problemas con una muñeca lastimada y eventualmente lo cambiaron al Cardenales de San Luis por un tercera base que no sirvió para nada, Charlie Smith. Después de la operación en la muñeca ya Maris no fue el gran jonronero de antes, pero aun bateando sus hits y empujando carreras ayudó al Cardenales de San Luis a ganar la Serie Mundial de 1967.
En 1965 los Yanquis cometieron el error de quitar a Yogi Berra que había ganado como manager el título de un año antes y pusieron en su lugar a Johnny Keane, el mismo timonel del Cardenales de San Luis que le habían ganado la Serie Mundial al equipo de Nueva York.
Es seguro que aun con Berra los Yanquis no hubieran ganado, pero indudablemente quitar a Yogi molestó a los aficionados, yéndose a refugiar con el rival Mets de la misma ciudad.
Johnny Keane tuvo la peor suerte del mundo con los Yanquis y los jugadores estrellas que se quejaban de Yogi Berra, se quejaron aun más.
Después de quedar en sexto lugar en 1965 los Yanquis repitieron a Johnny Keane en 1966 pero cuando comenzaron perdiendo, lo quitaron para que Ralph Houk, que se había ido de gerente general del equipo, regresó como manager. Hubo esperanzas ya que Houk había ganado campeonatos seguidos en 1961, 62 y 63, sus tres primeros como manager y en Ligas Mayores.
Pero ciertamente no era culpa de los managers sino del equipo y con todo y Houk, los Yanquis terminaron en último lugar, algo que no le sucedía a los Yanquis desde la temporada de 1912. Décimo del total de 10 equipos y en 1967 con el mismo Houk de manager, solamente mejoraron al noveno puesto, perdiendo 89 y 90 partidos respectivamente.
Pero Yanquis no solamente era eso, sino que todavía estaba jugando uno de los grandes bateadores de su tiempo, sin duda el más famoso, el gran Mickey Mantle. Ya había firmado para un año más, 1968, y eso quería decir que lo veríamos jugando en el Parque del Seguro Social. Iba a ser la gran atracción.
En 1965 comenzó Mantle a decaer y con él se fueron los Yanquis hacia abajo. En 1965 su promedio bajó a .255 con 19 jonrones, siendo perseguido por lesiones. En 1966 subió a .288 con 23 cuadrangulares y en 1967 tuvo todavía 22 voladas de barda pero con .245, llegando y pasando de los 500 cuadrangulares en su gran carrera en que también impuso la marca de 18 jonrones conectados en juegos de Serie Mundial. Iba a jugar un año más todavía el gran Mantle, el de 1968, precisamente el mismo año en que los Yanquis vendrían por primera y única ocasión a jugar en México.
Ya para entonces estaba jugando Mickey Mantle en la primera base ya que sus rodillas, por tanto tiempo lesionadas, ya no le permitían jugar en su jardín central donde estuvo tantos años. En 1968 estábamos a cinco años de tener la regla del Bateador Designado, pero el problema de Mantle no estaba en la defensiva, sino en que ya no podía batear como antes.